domingo, 5 de julio de 2015

Tres Belfast, 48 horas. (I)



Belfast es una de esas ciudades que marcan, al menos en mí lo hizo. Y precisamente no fue porser extremada belle, ni por su calida temperatura, ni quizás tampoco por la cercanía de sus gentes.
Belfast  anda  buscando aún ese justo momento en el que el péndulo se detiene dando la tranquilidad y templanza a un dia a dia que está partido en dos.
El muro de la paz, así lo llaman, separa a dos realidades, a dos religiones, a dos modelos de enetender el pasado, el presente y el futuro.
Aún así, mi viaje a Belfast nunca caerá en el olvido. Digamos que pude disfrutar de tres Belfast diferentes. La del centro de la ciudad, con sus edificios señoriales, que giran en torno al ayuntamiento, con sus institutos, librerias, bancos, museos, teatros, bares y pub ilustres, míticos hoteles, catedrales, centros comerciales. Todo ello con ramificaciones hacia la desembocadura del rio Lagan, donde todo lo referente al Titanic cobra fuerza, o con los imponentes astilleros donde se contruyó el transalantico mas famoso del mundo. Esta sin duda es la Belfast turistica, la que durante el día quiere mostrar señas de normalidad y que durante la noche se transforma a ritmo de ciudad europea cultural en un coqueto y divertido lugar para olvidar la realidad.
Pero todo queda quebrado con  los nombres de dos avenidas, Shankill Road y Falls Road. La primera avenida al Oeste de la ciudad marca el territorio Protestante, Unionista, Lealistas… o como lo queramos llamar, es decir la parte de la población que quieren pertenecer al Reino Unido de Gran Bretaña. Y la segunda, representa todo lo contrario. En ella y sus adelaños viven los Republicanos, o Nacionalistas, cuyo objetivo único es formar parte de la Republica de Irlanda o Eire.
Como digo dos Belfast distintas, simetricamente opustas, sin duda conocer un poco más la historia de estas dos comunidades resultó ser el motivo de mi viaje a Belfast, a las tres Belfast.

A continuación os narro lo vivido en algo menos de cuarenta y ocho horas el la capital de Irlanda del Norte.

George Best Belfast City Aiport

Tres Belfast, 48 horas (II)

Toma de contacto


La llegada a Belfast entra en lo esperado. Ya minutos antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Belfast una niebla intensa me impide ver la ciudad desde el cielo. Una vez en tierra lo de siempre, hacer tiempo hasta la llegada del autobús que me llevaría al centro. En esta ocasión era el trescientos, un autobús de color negro y que me dejó a escasos metros del City Hall (Ayuntamiento), unos veinticinco minutos después.
Y siguiendo con la rutina de llegada a un nuevo lugar, entré  Visit Belfast (Oficina de Información de Turismo). En ella me atendieron de forma genial, incluso una chica que hablaba español se portó genial conmigo. La oficina está en uno de los laterales de la plaza del ayuntamiento. Concretamente en  Donegall Sq North. Ojo, con Donegall, este tipo, lugar o lo que fuese, debió de ser importantisimo, ya que tiene una calle, una avenida, y todos los alrededores de la plaza del ayuntamiento llevan ese nombre. Una vez informado de lo que más me interesaba, puse rumbo al Days Hotel Belfast City Centre (Hope St), o lo que es lo mismo mi cuartel general en Belfast para casi cuarenta y ocho horas.

City Hall (Ayuntamiento)
 Tras asearme un poco y merendar un bocata de presa iberica con pimientos y jamón, me dispuse a tomar contacto con la ciudad. La inmejorable ubicación del hotel me posibilito poder moverme a pie, para conocer el centro durante la tarde noche del viernes cinco de Junio. Las nubes del avión a mi llegada habían dado paso a un cielo casi despejado, pero las rafagas de aire comenzaban a marcar lo que sería mi estancia en la capital de Irlanda del Norte.

Con rumbo sin definir caminé por el centro de la ciudad, y como decía antes, el centro de Belfast resultá señorial con edifición magestuosos, como el propio City Hall, el Scottish Provident Institut o el del Ulster Bank, todos ellos quedan en Donegall Sq. Cada uno de ellos parece disputar la hegemonía de los otros, pero sin duda el City Hall, gana la palma con diferencía. De estilo clásico renacentista, en marmol italiano, y con unas vidrieras espectaculares se erige como el dueño y dominador de la ciudad desde el 1905 cuando se terminó. Sus jardines y monumentos le otorgan un plus señorial en un entorno bonito y lleno de colorido.
Pero hasta llegar a Donegall Sq y desde mi hotel, pude disfrutar de alguna joyas más de Belfast.
A mi paso por Graet Victoria St, me topé con The Crown Liquor Saloon, el bar mas famoso y antiguo de la ciudad en el que sin duda merece pararse a tomar una pinta. A pocos metros se encuentra el Hotel Europa, por desgracia tiene la dudosa reputación de ser el hotel mas bombardeado del mundo, ya que durante el conflicto irlandes, ya que era y es el lugar de residencía de todas autoridades mundiales politicas y de primer nivel que visitaban y visitan Belfast. Nada más y nada menos que cerca de treinta atentados a sufrido a lo largo de su historia. Uno cuando pasa por sus flamante entrada siente algo especial y no puede dejar de pensar en las imágenes de los informativos que mostraban las masacres de aquellos años de camuflada guerra abierta.


The Crown Bar
Hotel Europa
 Siguiendo la Great Victoria St hacia el centro nos encontramos con Grand Opera House, es decir el edificio de la Opera, al parece guarda notas de arquitectura oriental casi desaparecida en los teatros. Algunos edificios más como el College Central Belfast, donde se alberga el Old Museum Art Centre, me saludan con su elegante arquitectura de ladrillo y ventanales típica britanica. Y de nuevo en la  Donegall Sq, concretamente en la esquina North se encuentra Linen Hall Library, otra de las joyas de la ciudad. Su fachada es modernista, pero merece la pena husmear en su interior al menos un ratito.

Y como lo del primer dia en una ciudad de nuevas, es familiarizarme y dejarme llevar pues andando casi si rumbo llegué hasta otro de los puntos importantes de la ciudad, concretamente hasta St Anna´s Cathedral, o lo que los lugareños llaman la Catedral de Belfast. Terminada en 1899, tiene la particularidad de servir a dos diocesis diferentes. Justamente frente a esta se encuentra el Ulster University Belfas Campus, y a escasos metros la Writer´s Square, el Belfast Centre Library y el Belfast Telegraph, y todo ello a pocos minutos del City Hall y subiendo por Donegall Pl (otro Donegall) y luego por Royal Ave.


St Anna¨s Cathedral
 Y con tanto Donegall, me lie y tome Donegall St, pasando por St Patricks Church  y creyendo que me dirigia a Shankill Road, aparecí en Divis St a los pies de otro imponente edificio, el Belfast metropolitan College. Sin saber ni tan siquiera por donde caminaba, apure la avenida Divis St y ya cerca de Falls Road fui a dar con The International Wall. La verdad es que me quedé pillado. 


International Wall
No tenía ni idea de donde estaba pero aquellos murales empezaban a darme pistas. ¿Estaba en Falls Road?. Un repelús recorrió mi cuerpo, a esas alturas ya habia comenzado a llover y la tarde parecía acelerar su proceso hacía la noche. Tras caminar junto al muro y sacar prudentemente algunas fotos, me adentré en las callejuelas cercanas, a los pies de St Peter´s Cathedral, un pequeño laberinto de callejuelas desiertas de casas de ladrillo bajas con jardines y verjas de madera, mantenían una sinfonía perfecta con el entorno.

St Peter´s Cathedral
Un poco más tarde la lluvia dio tregua y el sol animó aquel idilico y a la vez mistico ambiente, colgando del cielo un arco iris que no solo me alegró a mi, también lo hizo con un par de niños que con un balón comenzaron a jugar en la fachada de la caedral. Sin darme cuenta había sido el centro de atención de aquellas calles desiertas a mis ojos, ya que cuando salía de las misma pude observar como había levantado el interés de algunos vecinos que me observaban tras los visillos de sus ventanas. Y es que estos territorios no son frecuentados por viajeros.

Minutos después tomé vuelta al centro, y una vez en City Hall, y sabiendo que la noche tardaría en caer, decidí algo cansado pero animado a la vez, poner la directa para la zona portuaría, y minutos depués me veía caminando por Victoria St, pasando por Victoria Sq, The Paris Church of Sant George y llegando hasta Albert Memorial Clok, una replica del Big Ben pero con la peculiaridad de que está inclinado unos cuantos de grados. Algo cansado me dirigí hasta la desembocadura del River Lagan, y junto al BigFish y el Queen´s Bridge descanse con la única intención de poner rumbo de vuelta a mi hotel. 


Albert Memorial Clock
Atrás quedaba una jornada largusima que comenzaba a eso de las siete de la mañana en Montilla.  Uff, lo que da de sí el cuerpo cuando uno se transforma en viajero…

Tres Belfast, 48 horas (III)

Intensa mañana en Falls Road

El sábado 6 de Junio, despertó amenazando lluvia, como no podía ser de otra manera. Tras desayunar tomé dirección a City Hall. Digamos que para moverme por el centro, el ayuntamiento era el punto de referencia. Y en esta ocasión, concretamente la Donegall Sq Sourth, para continuar por May St, para pocos minutos después llegar a St George´s Market, en el caminó me encontré con la May Street Church, una pequeña pero coqueta iglesia presbiteriana que data del 1829. Pero lo que yo iba buscando era el Mercado cerrado de San Jorge. Donde la actividad del sábado por la mañana era bastante interesante. Se trata de un mercado cerrado donde cabe casi de todo, desde alimentación, a decoración, libros, ropa, zapatos, artesania, bisutería. En fin un bonito e interesante lugar para pasar un buen rato, en un entorno muy acogedor. Allí paseé durante un ratito y compré alguna que otra cosilla.

St George´s Market
Y emprendí camino nuevamente para City Hall, pero en el dicho camino dos cosas me llamaron la atención, la primera pasear junto al edificio de las Corte Reales de Justicia (Royal Corurts of Justice), donde las medidas de seguridad son máximas, con muros protegidos con alambre de espino enrollado y con muchisimas video camaras de seguridad. En mi estancia en la ciudad fui observando como estas medidas de seguridad eran comunes en edificios oficiales. La otra, como el antiguo edificio del citado organismo, reposa tranquilamente a escasos metros del nuevo y grandioso, con apenas una valla que más que protegerlo le otorga un punto de melancolía.
Pero la verdadera sorpresa fue ver, y sentir en mi cuerpo un fortisimo chapetón, que me hizo tener que volver al hotel para cambiarme. Curiosamente como digo el dia arrancó plomizo y mientras estuvo así, no calló ni una sola gota, luego apareció el sol y ante la confianza que suponía su presenia dió paso a un chubasco que dejó la ciudad casi desierta por unos minutos. Desierta y oscura, ya que a pesar de ser algo mas de las diez y media de la mañana, parecía el comienzo de la noche.

En el hotel me equipe bien, chaqueta de agua, pantalón de pana, mi mobil, mi libreta y poco mas, no eché mano del plano de la ciudad ya que Falls Road no figura en los planos que dan en los hoteles. Con la sensación de dirigirme a un lugar lamentablemente mítico volví a caminar por Hope St, Boyne Ct, Dhurham St, y Barrack St, hasta aparecer en Divis St, y un poco después en los murales de International Wall. Hasta aquí todo controlado, la única dificultad era caminar y a la vez luchar contra un intenso aire que complicaba mis pasos.

The Memorial Garden
Falls Road recibe al viajero con el Memorial Garden Belfast. Un pequeño jardín donde se rinde memoria a algunos de los caidos por la causa republicana. Un muro de marmol vertical de color negro, con inscripciones en dorado recuerda a algunos de los abatidos por los protestante, unionistas. Coronas de flores con los colores de la bandera irlandesa, murales en las casas aledañas y una gran bandera de Irlanda completan el pequeño jardin. Durante unos minutos me tuve que resguardar de otro golpe de agua bajo los árboles que rodean el monolito. Sin duda ahora sí, ahora estaba en Falls Road. Una vez aflojó la lluvia continué avenida arriba, o abajo, no se muy bien, y me encontré poco transito de personas andando, algo más activa estaba la avenida de dos carriles de coches. Poco a poco fueron apareciendo mas murales, en las fachadas lateraless de las casas, normalmente de dos plantas y de típica arquitectura britanica. La lluvia en su juego de aparecer y desaparecer dió algo de tregua, y algunos comerciantes empezaban a sacar sus mercancias a la puerta de los locales. Un poco después y en mi caminar llegué hasta la Falls Road Library, uno de los principales centros culturales del barrio. A escasos metros otro lugar emblematico, como es la sede del Sinn Fein, o lo que es lo mismo el brazo político del IRA.


Falls Road Library



Mural en memroia de Bobby Sands, en la misma sede del Sinn Fein

En la fachada lateral de la casa que hace esquina con Sebastopol St, se encuentra uno de los murales más famosos y fotografiados del mundo. En el aparece Bobby Sands con una eterna sonrisa. Como ajeno a esa muerte por huelga de hambre que le llegó a principios de la década le los ochenta y que recorrió los titulates y portadas de periodicos e informativos de todo el mundo. Sin duda es uno de los héroes de la causa republicana y como tal tiene su propio mural en la misma sede del Sinn Fein.
Recorrer la avenida supone una estraña sensación, la avenida y calles casi desiertas de lugareños, los comerciantes que fumandose un cigarrilo en la puerta de sus locales clavan sus miradas en mi caminar. Es como saber que andas en territorio hostil, es como crear la duda en los lugareños de que hace un tio andando con este temporal por aquí. Apenas me cruce gente, como he comentado, y mucho menos turistas, estos vehiculaban por la avenida en los taxis negros, y solo de vez en cuando bajaban de dichos vehiculos para contemplar algo. Lo demás no dejaba de ser la rutina de fotografiar todo, absolutaente todo, desde el interior del taxis.
Por unos momentos el sol quisó también formar parte de mi particular ruta por Falls Road, una de las avenidas donde más sangre se ha derramado en Irlanda del Norte debido a "The troubles" como llaman los irlandeses a los años de lucha abierta y sangrienta. Y con esos rayos de sol pude dsifrutar de mi paso por el parque de la avenida, de St Paul´s Church, del edificio del Hospital del St Dominic´s High Schhol o del Falls Woman Centre, pero mi gozo en un pozo, y de pronto el cielo se cerró y arreó otro latigazo de agua que me hizo refugiarme en una cafeteria (Macy´s). Mi aparición en el local supuso toda una novedad, las apenas seis o siete personas que en el estaban clavaron su mirada en mi, y durante unos minutos no dejaron de observarme. Pude percibir el recelo y la desconfianza que aún marcan a la población de Falls Road, eso si ni un mal gesto hacia mi persona, ni una mirada amenazante. Pero la espectación sigilosa, silenciosa que senti en ese momento aún la recuerdo. Leugo un té, mi libreta, y mi mobil con el google maps sobre la mesa suavizó el momento. Con algo más de calor en el cuerpo y tras aflojar la lluvia seguí caminado por la avenida hasta llegar al cementerio. Durante unos minutos caminé por su interior, de forma respetuosa, sin apenas sacar fotos, solo un par de ellas en momentos en los que estaba solo, disfrutando de una inmensa zona verde que a la vez que lugar de recuerdo resulta ser uno de los pulmones del barrio.
Dedicatoria en el cementerio de Falls Road.
Digamos que el cementerio fue el fin de mi recorrido por la avenida, luego caminé sobre mis pasos, observando los detalles de la misma, de sus gentes, de sus comercios, de las casas y sus inquilinos, de los murales y su simbología. Poco a poco me iba despidiendo de Falls Road, de uno de los motivos de mi viaje a Belfast. O al menos eso creía.

Tres Belfast, 48 horas (IV)

Más intenso aún, sábado por la tarde

Por la tarde tocaba visitar Shankill Road, otro lugar lleno de horribles recuerdos, y que intenta recuerarse de las heridas vividas a golpes de normalidad. Pero yo preferí entrar a la avenida desde Cupar Way, calle donde está el muro. Para ello me dirigí hasta el International Wall en la avenida Divis St. Y es que un par de calles más adelante dirección Falls Road, se encuentra N Howard St, principio de Cupar Way donde digo que se encuentra el muro. Pero mi sorpresa fue ver como realmente el muro se alza cortando la calle. Entonces lo intenté por otra calle mas abajo, Conway St y nuevamente el muro cortaba la entrada a Cupar Way St. El silencio de la tarde, el cielo gris, y las miradas entre los visillos de una señora mayor desde el interior de la última casa junto al muro, dotaban al entorno de un punto particular.

Muro cortando el acceso a  Cupar Way desde Conway St
Volví sobre mis pasos y a la altura, otra vez de la esquina, del International Wall, me adentré por Northumberland St, ahora la verja del muro, que el dia anterior estaba cerrada a cal y canto, se encontraba abierta. Desde allí podía acceder a Shankill Road, pero antes debía de caminar por la mencionada Northumberland St. Se trata de una avenida ancha con apenas vivienda y muchos descampados. Otra vez el silencio, la avenida carente de peatones, y unas ráfagas de aire que me hacían tambalear, eran mis compañeros de camino hacía Shankill Road. Y entre tanto la St Luke´s Church of Ireland, una iglesia de arquitectura particular, casi en medio de la nada. Unos minutos más tarde entraba en Shankill Road, a la altura de The Shankill Womens Centre. El panorama con respecto a Falls Road era totalmente opuesto, como se podía esperar. Comencé a caminar y nunca olvidaré el zumbido de las ciento de banderitas britanicas que engalonaban la avenida. Como guilnaldas de feria y unidas por un grueso hilo que iba de farola en farola, reistían los envites de la fuerte ventolera dándole colores y sonidos diferentes al lugar. Un poquito después un mural en el que se podía leer: "Welcome the to Shankill Road", marca los limites, y un poco más adelante el monolito a los cinco fallecidos en el Bayardo Bar. Cuando una bomba con firma del IRA rebentó el local el 12 de Agosto del 75.


Shankill Road

Memoria a los caidos en el Bayardo Bar
La arquitectura britanica sigue presente, mientra que la mayoría de los comercios tienen su persianas bajadas hasta el mismo suelo. En mi caminar solo encuentro algunos lugareños bebiendo y fumando en la puerta de algún pub. La mayoría de ellos hébrios y sorprendidos por mi presencia en la casi deshabitada avenida. Sus miradas se fijan en mi e incluso alguno se dirige a mí con tono despectivo. También en mi caminar encuentro el The Royal Bar, o el Berlin Pub, dos lugares míticos de la zona, también la West Kirk Presbyterian Church, una iglesia reconvertida en espacio cúltural, o el Ulster Rangers Supporters Club, la sede de los seguidores del Galsgow Rangers. Los católicos son fans del otro club de Glasgow, concretamente del Celtics de Glasgow. Tras caminar un buen rato llegué a la Shankill Road Library, al Spectrum Centre, otro centro cultural. Antes de llegar al Woodbale Park, mi punto de retorno, también me topé con dos igleias más. Una más pequeñita como la Woodbale Methodist Church y otra más bonita y pomposa como la St. Matthew´s Paris Church. Y entre todo y Falls Road el muro infranqueable separando ambas avenidas. "El muro de la paz", así lo llaman. Tras un buen rato caminando llegué nuevamente a la confluencia con Northumberland St, y de allí a International Wall, allí me topaba con el comienzo del muro que aún a esas horas tenía las verjas abiertas para poder transitar de una avenida a otra. Las siete de la tarde es la hora en que la verja del muro queda cerrada. Por ello el dia anterior no pude pasar.
Atrás dejaba la otra avenida que había venido a visitar. En ella percibí un ambiente mas cerrado, mas hostil, quizás el hecho de visitarla en sábado por la tarde y encontrar los comercios cerrados, pudo causarme esa sensación. Pero algo se me quedaba en el tintero, y ese algo tenía nombre y apellido. Bombay St.
Mi intención era acceder hasta otra de las lamentablemente míticas calles de Falls Road, desde el final de Shankill Road, pero claro, eso era rizar el rizo. Cuando planeé mi viaje a golpe de cigarrillos en la mesa de la cocina de mi casa, con The Cure sonando y con el Google Maps, no podía imaginar las realidades del lugar. Y tras caminar un buen rato por Shankill Road, no me pareció buena idea llegar hasta el final de la avenida y adentrarme por callejuelas enrevesadas en las que perderme era lo más lógico. Así que decidí acceder a Bombay St, por Falls Road nuevamente. Lo hice llegando hasta confuencía con Clonard St, calle que tomé hasta el momansterio que lleva el mismo nombre. Entré para visitarlo y regocijarme con las vidrieras, los techos y el órgano de la iglesia y de paso descansar un ratito. Luego y tras caminar unos metros entré en Bombay St. El mero hecho de leer el cartel de la calle, me hizo recordar los incidentes del 69, cuando toda la calle fué incendiada por los lealistas. Lógicamente, en la misma calle hay un pequeño lugar abierto donde a modo de memoria están inscritos en el marmol negro los nombres de los republicanos caidos en aquellas fechas. Triste es comprobar como los patios de las casas que dan al muro, están totalemnte protegidos por rejas que más bien parecen jaulas. El motivo, evitar los cóctel molotov que de vez en cuando, todavian lanzan los lealistas desde la otra parte del muro.



Recuerdo a los caidos en Bombay St. Ver rejas en los patios
Con el cielo cerrado en un gris tristón caminé por la calle tranquilamente, continué paralelamente hasta una curvatura donde aparecia el muro e impedía continuar. Antes de llegar, un par de niños de apenas seis años, totalmente pelirrojos, jugaban con una pelota golpeando el muro. Ajenos, quizás a lo que tenían delante mostraban felicidad y al verme pasar se acercaron a mi, aconsejandome que no siguiese, que la calle se terminaba. Tan pronto como los niños se dirigieron a mi, un par de vecinos se asomaron rapidamente a la calle para controlar la situación. Yo simplemente saludé y continué con mi camino, despidiendome de los pequeños, que al decirles que era español, comenzaron a repetir como cacatuas, un imperfecto pero entendible. hola, hola, hola.
De allí salí caminando lentamente, mi destino era mi cuartel general. The Days Hotel Belfast City Centre. Mientras caminaba en mi mente se repetían los informativos en los que ee mostraban a las tropas britanicas cercando esas calles por las que yo paseaba. Divis St. Falls Road, Bombay St. O como los Republicanos sembraban de samgre y terror Shankill Road.

Tres Belfast, 48 horas. (V)

Vuelta, resumén y algunas fotos más.

El domingo por la mañana tocaba volver. Mi vuelo salía a 13:50 h. desde el George Best Aiport Belfast City, con lo que la mañana solo dió de sí, para realizar algunas comprillas de recuerdos y pasear por los alredores del City Hall. Desde la estación de autobús y ferrocarril Station Bus Europa, (Great Victoria Street) tomé el autobús seiscientos (Translik), por 2´50 Libras. En el caminó pasé por el Odyysey Arena Belfast, el Titanic Museum o por los famosos astilleros donde se contruyó el Titanic, Harland & Wolff, donde dos impresionantes gruas amarillas situan el legendario lugar.
The Titanic Musem

Gruas de los astilleros Harland & Wolff


Resumen.

Resumiendo, como canta Sábina en unas de sus canciones...
Quizás se me han quedado muchas cosas por visitar, pero como he comentado mi viaje tenía connotaciones diferentes. No se trataba de visitarlo todo y fotografiarlo todo. He preferido, como últimamente suelo hacer, conocer poco y disfrutarlo mucho. Tampoco he querido hacerme con la típica colección de murales, grandiosa y numerosa. Simplemente he fotografiado algunos que he considerado significativos y simpre lo he hecho con el màximo respeto.
También quiero matizar que caminar por Falls Road y Shankill Road es totamente seguro, siempre que uno muestre respeto.

Quizás mis texto  puedan resultar un poco morbosos, tanto como visitar un lugar llamado por la violencía que durante un tiempo generó y sufrió. Pero hay algo que vas mas lejos. Los que me conocen saben de mi actitud tranquila, negociadora, pacifista hacía los conflictos. Sufro mucho con estas cosas, pero quería conocer de primera mano, como vive una sociedad como la de Belfast tras varios años de relativa paz. Concretamente desde los Acuerdos de Paz del Viernes Santo de 1998 (10 de Abril). Y la verdad es que lo que yo pude percibir es que las armas están entregadas y seguramente algunas guardadas, pero que catòlicos y protestantes siguen en conflicto. Las miradas así me lo hicieron sentir. Es cierto que en apenas cuarenta y ocho horas en Belfast este análisis puede ser precipitado. Pero pasear a pie, por esas dos avenidas, me otorga una opinión, mi opinión. Sin duda, mi viaje a Belfast andaba mas bién en encontrar una respuesta a porque, en sociedades contemporaneas, actuales, del primer mundo, como es que la gente sigue matando en nombrede la religión. Ya lo busqué en Belgrado, y lógicamente no encontré respuesta. Tampoco la he podido encontrar en Belfast, pero si que es cierto que aquí el muro es real, físico. Todo el esfuerzo va encaminado en que algún día sea derrumbado, pero tras lo visto y vivido, me temo que mis ojos no verán ese desenlace. Ojala me equivoque, pero lo que he respirado en Falls Road y Shankill Road no me trae buenos augurios. Quizás esos dos pequeños pelirrojos haciendo del muro su porteria particular en la que marcaban goles, tenganla llave  para solucionar un conflicto, que sin sangre, sigue parpable. Los casi  tres mil quinientos fallecidos en casi treinta años es sin duda el muro más dificil de derrumbar.


Cosillas.

Hotel. 
Days Hotel Belfast City Center.  
Céntrico, buen desayuno, limpio, habitaciones amplias.
Estación de autobus y tren a escasos cincuenta metros.

Vuelos.
Ida. EasyJet.  En horario.
Vuelta. Aer Lingus. Con veinte minutos de retraso.
Para la ida volé al Belfast International Aeport.
En la vuelta salí desde el George Best Aiport Belfast City.

Autobuses.
Yo solo tome los que me llevaron del aeropuerto a la ciudad y a la inversa. Los recorridos los hice a pie. Tampoco tome ningún taxi negro, que suelen hacer la ruta de los murales.





Aiport International Belfast. Belfast City Center.
Bus 300. Color Negro. (Translink)
Duración 30 minutos. Precio 7`50 libras.
Destino. Bus Station Europa. (Great Victoria Steet).




Station Bus Europa. George Best Belfast City Aiport.
Bus 600. (Translink).
Duración 20 minutos. Precio 2´50 Libras.
Destino. George Best Belfast City Aiport.


Mas fotos 

Assambly Bullding Conference


The Opera House



Falls Road




Mural en Falls Road


St Luke´s Church of Ireland



Entrada a Shanill Road
Mural en Shankill Road

Mural en Shankill Road
Clonard Monastery
Entrada a Bombay St.
Muro junto a la calle Bombay St